Está sentado junto a mí en este momento y estamos decididos a ver qué encontramos, después de varios años en la computadora desde la que estoy escribiendo... Ella ha sido uno de los instrumentos con los que realizamos unos cuantos materiales intentando apoyar a maestras y compañeros de clase, intentando su inclusión educativa...
Juan tiene 11 años de edad. Ya está cursando su sexto año de escuela al que fue promovido con muy buenas calificaciones, gracias a su gran esfuerzo, al sus maestras, compañeros y equipo terapéutico (Mónica en Fonoaudiología, Andrea en Psicología, Andrea y Silvina en Psicopedagogía), y al compromiso de su familia. ¡Un gran equipo de trabajo!
Visto desde afuera parecería que por arte de magia sucedió esto. Bueno, no fue tan así...
En Uruguay la educación inclusiva no es un hecho, por eso fue necesario visitar a la escuela varias veces en el año para hablar con directoras, maestras, estudiantes y familias sobre diversidad, derechos, equidad y justicia social y acercar material no sólo sobre estos temas sino también material didáctico "casero" accesible para Juan y para sus compañeros también. Es decir, elaboramos, de acuerdo a las necesidades de aprendizaje que se manifestaban en los distintos cursos y en el escaso tiempo que disponíamos, recursos educativos lo más "universales" posible, con la firme convicción de que como familia teníamos que acompañar este proceso.
No es un slogan, simplemente la educación será inclusiva si la construimos entre todos.
He aquí uno de los primeros materiales que hicimos para que Juan, en ese entonces sin lenguaje verbal, comprendiera qué conductas se esperaban de él:
